jueves, 17 de diciembre de 2009

Otro modo de mutilar


Hoy hablaré de Lolita.
Lolita es una cotorrita argentina muy buena, dócil y sin personalidad. Carente totalmente de carácter, hasta el punto que no sabe comer sola. Lolita tiene más de un año de edad y depende al 100% del ser humano, hasta el punto de dejarse morir de hambre si una mano no le da la comida.
A Lolita le cortaron el vuelo y le arrancaron la cola, con esto Lolita dejó de ser lo que debería ser para pasar a ser lo que a veces, de una manera absurda y radical, los humanos pretenden que los loros sean.

Hoy estamos luchando porque Lolita se fortalezca física y psicológicamente. Contamos con que en algún momento vea que para comer y vivir no debe pedir permiso.

miércoles, 1 de julio de 2009

Peque, la crueldad humana es ilimitada...


Hoy abrimos nuestro blog, con un caso muy especial.
Es uno de esos casos que ilustran de manera fidedigna, hasta donde puede llegar la crueldad humana. Hoy os enseñamos en una sóla imagen, cómo destrozar la vida de un Ave.

Esto es un "tracidional" y cruel sistema de corte de vuelo, consiste en mutilar al animal de por vida cortándole los tendones de las alas (es como cortar para siempre una axila y que no puedas levantar los brazos). Ni que decir que es un sistema cruel en extremo, doloroso hasta el infinito y si a eso sumamos abandono en la calle con todas las heridas abiertas... Estamos hablando de algo peor que la muerte inmediata, estamos hablando de dolor físico y psíquico en extremo.

Esta foto ilustra en concreto una de las cotorritas que he recogido este verano de 2009, se llama Peque y estamos curándolo física y psicológicamente, pero es un sólo ejemplo de una práctica brutal que aun se utiliza en aves-mascota.

-El corte de vuelo lo debe practicar un veterinaro
- Cortar los tendones no amansa a los loros
- El corte de vuelo moderno, consiste en cortar sólo plumas

Aun así cortar el vuelo no garantiza que tu loro sea mejor amigo tuyo, deberá aconsejarte un especialista sobre cómo realizarlo y si es adecuado.

Nunca olvidemos que las aves nacieron para volar.